ALIMENTACIÓN

La Alimentación, la primera medicina

(....la buena salud se fragua en la oficina del estómago. . El Quijote. Cervantes)

Introducción: Parafraseo con este título al del libro del genial Dr. Seignalet (Alimentación: La 3ª Medicina) siendo consciente de que éste a su vez la consideraba como la terapia elemental y básica para afrontar cualquier enfermedad. Es paradójico que Hipócrates, patrón de los médicos, pronunciara en el s.III- IV a.c. su genial frase "Que la medicina sea tu alimento y que el alimento sea tu medicina" y haya sido relegada al olvido por gran parte de sus discípulos.

La alimentación la primera medicina. No me cabe duda de que la importancia de la alimentación en el tratamiento de la EM, de hecho hasta la aparición de los primeros medicamentos (interferones,..) fue de las pocas terapias existentes y que además demostró buenos resultados. Así, el Dr. Swank  fue pionero en la introducción de la modificación de la alimentación en el tratamiento de la EM, al que siguieron otros pioneros como la Dra. Kousmine  o el Dr. Seignalet entre otros, y a los que yo califico casi como héroes pues tuvieron que luchar frente a la ortodoxia médica oficial que cuestionaba por la esclavitud al "método científico", la innegable y trascendental importancia de esta terapia en el tratamiento de cualquier enfermedad y en concreto de la EM. No trato de demonizar en absoluto al método científico cuyas bondades son innegables, sino su inadaptación a esta y otras problemáticas relacionadas con la salud, y la supeditación de los resultados al mismo.

Discusión: La alimentación junto con otras terapias que he ido ensayando posteriormente, fue el inicio de lo que algún día espero sea el fin de este desequilibrio denominado por la ciencia médica como "esclerosis múltiple".  Comencé con esta terapia hace ahora 3 años marcando un punto de inflexión en la evolución de la enfermedad aunque ello no haya sido suficiente lo que me obligó a profundizar más en el origen de la EM.

Recientemente se ha presentado en la Asociación a la que pertenezco un libro "Alimentación sana para esclerosis múltiple" donde por fin algunos representantes de la medicina "oficial" de este país entran a ser consciente de la importancia de la terapia alimenticia para prevenir y tratar la EM. Hay que hacer constar que este hecho ya es conocido y ensayado por gran cantidad de pacientes, y que a pesar de las reticencias y a veces desprecio hacia este tipo de soluciones por parte de algunos profesionales,  llevan una larga trayectoria de resultados positivos en el tratamiento de la EM de forma "natural". A este respecto cabe decir que el grado de mejoría de la terapia nutricional es variable y depende de muchos factores, pero que me aventuro a decir que, con un buen asesoramiento por personal cualificado, resulta siempre positiva en la mejorara de la sintomatología de la EM. Sin embargo los mejores resultados los ha dado combinada con otras terapias existiendo diversa y variada bibliografía al respecto sobre todo en lengua inglesa aunque existe un número cada vez mayor de publicaciones traducidas al español.

La mayor dificultad para recomendar una terapia de este tipo es la falta de especialistas en la materia en nuestro país ya que una mala praxis puede tener consecuencias que no soy capaz de detallar pero si, cuando menos de presagiar. En mi caso adelgacé de golpe y porrazo 3 kg en 2 semanas y aunque no tuve ningún problema añadido pienso que en ciertas personas y en función de su estado, una reducción drástica de peso puede originar problemas porque en definitiva, estamos vertiendo gran cantidad de tóxicos por los emuntorios de limpieza (hígado, riñones, piel, intestinos, pulmones) pudiendo originar algún tipo de reacción fruto de un exceso de tóxicos en estos órganos.

Con relación a los diferentes tipos de dietas preconizadas para el tratamiento de la EM en general todas ellas coinciden en la eliminación de varios tipos de alimentos (cereales a excepción del arroz, lácteos, carnes poco grasas) y tratamientos de los mismos lo más naturales posibles (calentamiento a baja temperatura, evitar microondas, etc.). La dieta Seignalet, cuya referencia bibliográfica y enlace a página web te presento abajo fue mi primer gran descubrimiento en cuanto a alimentación contra la EM. Es una dieta relativamente sencilla y a pesar de que restringe gran número de alimentos es mucho mayor el resto que podemos consumir. Más adelante descubrí la dieta del cazador-recolector (paleodieta) preconizada entre otros por el Dr. Cordain que al parecer es la mejor adaptada al genoma humano, que ha permanecido prácticamente invariable hace diez mil años. Sin embargo en una tercera fase descubrí la dieta propuesta por el Dr. Embry cuya magnífica página web te presento abajo (direct-ms.org) que supone una adaptación de la Paleodieta. Ambas eliminan adicionalmente otro grupo de alimentos de la dieta Seignalet, las "lecitinas" (legumbres, soja y tomate)  dado que según estos autores su estructura molecular es similar a la de la mielina y por un efecto de "mimética molecular" puede acomplejarse en en la misma. Ello produciría que el cuerpo, en un momento dado no las reconociese como propias y las atacase en determinadas circunstancias.


Conclusión: La alimentación debe constituir parte fundamental de cualquier terapia para hacer frente a la EM, ya sea en sus inicios donde los resultados pueden manifestarse más rápidamente para evitar un fuerte deterioro de las estructuras corporales implicadas, como en fases más avanzadas de la enfermedad donde presumo que  también es beneficioso. Ahora bien, opino que en cualquier situación el cambio de alimentación debería ser dirigida por un profesional cualificado ya que un cambio drástico en la alimentación puede provocar una crisis por un vertido masivo de substancias tóxicas a los emuntorios del organismo encargado de eliminar los tóxicos, pudiendo originar problemas en su eliminación. A este respecto y como consejo, recomiendo no eliminar todos los grupos de alimentos "prohibidos " a la vez sino hacerlo por fases. Por ejemplo, empezar eliminando los lácteos, posteriormente los cereales no permitidos, etc. A este respecto, la dieta Seignalet quizás sea la más fácil de llevar, aunque incorpora un grupo de alimentos, las "lectinas" que de acuerdo con Cordain y Embry deberían ser excluídas. Con respecto a este grupo yo, sin abusar, de vez en cuando tomo algún tomate, un plato de lentejas o un yogur de soja, pero  soy más riguroso en otros grupos de alimentos pero esto es algo personal.

En la presente página te presento algunos recursos bibliográficos y de internet donde puedes encontrar los fundamentos de las dietas propuestas.


Bibliografía:

- La Alimentación: La tercera medicina (Seignalet, J.)
- La Paleodieta (Cordain A.)
- Comer sí da la felicidad (Hernández, F.)
- Que los alimentos sean tu medicina (Hernández, F.)

Recursos de internet:

www.swankmsdiet.org
- www.seignalet.fr
- www.kousmine.com
- www.direct-ms.org



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